La calle más larga.

Esta historia se relata en Carabanchel Bajo.

Érase una vez una calle muy larga en la que vivían unas marujas y en el otro extremo empezando por la primera casa del otro extremo vivían una familia que eran pobres.
Un día fue el niño a la nueva escuela y ya se había acabado de comer el almuerzo, y se estaba atando los cordones porque se le había desatado.
Bueno se agacho y un niño a mala leche le dio un pelotazo con la pelota, en la cabeza. El niño que le dio el pelotazo se llamaba Carlos y el chico que recibió el pelotazo se llamaba Eduardo, bueno entonces Carlos no le pidió ni disculpas ni nada, pero Eduardo se puso a llorar y el profesor que era mago, que hizo magia para ser posible que hiciera que Eduardo sea amigo de alguien:
- Eduardo, como veo que no tienes muchos amigos voy a conseguir que Carlos sea tu amigo, si tu quieres, vamos.
- Eduardo contestó: Pero es que Carlos, tiene muy mala leche.
- El profesor le dijo: pero eso pasa con todos los chicos nuevos.
Bueno al salir del colegio como siempre tenía que pasar por casa de las marujas. Las marujas tenían un dinosaurio pero que no crecía nunca.

Las marujas parecían que no estaban, pero no hizo Eduardo más que pisar un poco del la pared de las marujas y salieron disparadas diciendo y gritando:
- Vaya niño más mal criado- dijo la del medio.
Y las demás dijeron:
- Pues es verdad.
Eduardo se echo a llorar y se fue corriendo hacía su casa.
Sus padres le iban a decir una buena noticia que era…
Su madre le dijo: Eduardo, nos a tocado la lotería.
Eduardo respondió: Que bien nos iremos de aquí y de este colegio.
Su padre respondió: Si, ya hemos comprado una casa
muy grande y te va a encantar.
Que está es la foto…

Bueno Eduardo dijo: Y ahora me puedo comprar unos perritos y unos gatitos.
La madre respondió: Sí, yo me he comprado una pareja de periquitos y tu padre se ha comprado un loro.














Se mudaron a la casa, y estaba con un jardín grandísimo y una fuente que eso los padres no lo habían visto, pero pagaban igual.
Eduardo se quedo muy contento porque se iba a cambiar de colegio.
Los vecinos de Carabanchel Bajo, mientras Eduardo y su familia se iban todos les aplaudían. Un vecino llevaba eritacus que era un perro pero de Rusia o así.
Los vecinos les llevaron regalos como bienvenida.

Ya que le sobraba dinero se compraron una Mercedes descapotable.










Antes vivía aquí Eduardo.




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